DE SANTA BARBARA PARA EL SOLAR



Era una cosecha fresca de lechuga. Eran estudiantes afanados de la nota, pero les dijimos frescos, les dimos lechuga y quedaron pendientes “de la otra nota”, de la nota del compost para producir lechuga, rábano, repollo y otras.

“El que no arriesga un huevo no saca un repollo”, fue de nuevo la invitación, en esta ocasión con los niños y niñas de La escuela Las Rositas, sede del colegio Nieves Cortés Picón ubicado en el municipio de Girón, que venían al Solar, bajo la guía del profesor Mauricio Martínez.

Nosotros, compostándonos, invitados por él, complementamos la actividad académica, que consistió para los estudiantes en observar una exposición fotográfica de experiencias agroecológicas y dar un concepto, una opinión. El profe, lista en mano, evaluaba, la profe observaba, apoyaba.

Nosotros, como ya dijimos, estábamos en plan de compostar, de complementar. Entonces, mientras llegaba la hora de la nota, tuvimos el placer de bajarle la nota al asunto, diciendo: es sencillo, es en patios, terrazas y jardines, es en parques, es en El Solar.

Cada cabeza, cada oído, cada mundo ahí. Cada idea, cada impresión, ahí en el Solar. Y luego de dar, recibir. Se habla al grupo, habla el grupo. Así los comentarios y las fotos y las empatías y de nuevo con mucho gusto las lechugas para dar y convidar, hoy con Alfredo Ortiz Rodríguez, mañana desde cualquier Solar del mundo.

::: Y EMPIEZA EL TALLER :::

Empieza el taller. Maticas de todas.

Y esta cuál es; preguntaban.

Col china. Respondía el ingeniero,
De inmediato risitas, muchas risitas. Y el efecto risitas nos llegó a todos, risitas pa todos.

El taller fue grupo a grupo. Primero, segundo y tercero, todas las profesoras iban con su grupo y luego cuarto y quinto.

Los vasitos, las basurotas, esos de yopalit, alpina, lechesan o cualquiera de estas empresas en auge que a nivel local como las de acá y globlal allá y acá, lo único que tienen en común es contaminar.

Entonces el mensaje para todas es el mismo.

“Cochinas.”

No. Colchinas les dicen los chinitos de este colegio, hoy desde este colegio, hoy desde nuestra Señora de las Mercedes, mañana desde cualquier COMPOST del mundo.
COMPOSTANDONOS: “Queremos volver, queremos saber cómo les fue a estos niños que tanto interés le pusieron.

Ellos estaban muy contentos y también las profes que hay que nombrar y nombrar porque fueron atentas al mensaje.

Seguro no prosperaron todas las maticas, seguro, algunos no las transplantaron, ni nosotros los de compostándonos estuvimos tan atentos, pero esto es un ensayo y nos llega la hora del compromiso, cada vaso una mata, cada mata una receta, cada receta un nuevo compost, el compostamiento de cada ser humano que entra en este proceso, hoy desde Bucaramanga, mañana desde cualquier compost del mundo.

POR: JAVIER VESGA

TODO PASA Y ¿QUÉ QUEDA?

Pasa el día de la tierra, pasa el año del suelo, pasa la cumbre de Copenague, pasan los foros, pasa el agua abajo contaminada, pasa la vida y qué pasa. Algunos dicen que no pasa nada, pero algo tendrá que pasar por alguna cabeza.

Cerebros venidos de tanta conversa, desde que pudimos hablar, venidos después de leer y leer, en días y noches, de leer y releer en esta novela que amenaza terrible final.

Entonces viene por fin o por comienzo Un Tal Ud.

¿Qué es esto? ¿Qué somos ud y yo?

Un proyecto, un algo, un todo. Todos, en el borde del mundo somos un Tal Ud.
Y ahora que hemos tomado conciencia, después de tanto picar aquí y allá, queremos decir que la tierra y el agua y las aves y todos nosotros un poco de eso y un poco de todo, somos Un Tal Ud.

No más cumbres, no más reuniones costosas, ya estamos reunidos, ya sabemos lo que pasa, ya sabemos lo que hay que hacer.

Quedan todos invitados al Ensayo de Un Compost. Hoy desde Galicia Campestre, mañana desde cualquier erosión del mundo.

POR: JAVIER VESGA

::: COCHINA NO, COL CHINA :::



Nuestra Señora de las Mercedes, colegio y jardín infantil, semillero de la sociedad, abre sus puertas a la agricultura urbana y al buen compostamiento.

Primero fuimos y hablamos con Jaqueline, la rectora, y así como debe ser en las buenas siembras, diciendo y haciendo. Ella citó los niños, les avisó a las familias para que cada uno viniera con un vasito de yogur, gelatina, arequipe y tantos otros que diariamente inundan las calles, los parques y los basureros. Manos a la obra. Hacerle los huecos al vaso, llenarlo de compost y poner con cuidado la planta bebé. Estos vasos de marcas de empresas que no se preguntan por la pérdida del planeta frente a sus ganancias, tienen ahora al frente unos niños que los reutilizan y aprovechan para la producción de alimento.

Mientras tanto las preguntas, los cuentos, el que no arriesga un huevo no saca un repollo, yo quiero lechuga decían unos, a mi me gusta la albahaca y aquella cómo se llama… Muy bien niños esa se llama col china.
Ahí sí que tuvimos motivos de risas y cuentos.
De una, casi todos al tiempo preguntan ¿cochina?.
Y ji ji ji ji.
Cochina no
Col China,
De la china para Colombia, de Colombia pa chinos y chinas.

En medio de lo cochina que vive la ciudad, el doble sentido de sembrar una col china limpia, con niños y niñas, chinos y chinas pero colombianos, que un día llevan la buena semilla hasta la cocina, hasta el plato.

Colchina, cocina, colchina, Colombia, China. Cocinas que toman de aquí y de allá, con la agricultura del patio, la terraza y el jardín para limpiar la ciudad y aliviar tanto estomago enfermo, para cambiar esa vida cochina.

Cochina No
Col
China.

::: EN PUERTO ZAMBITO, EL ENSAYO DE UN COMPOST :::

Subtítulo: Relatos de un proyecto ambiental.
Los hechos: Talleres de compostaje, reciclaje y reforestación.

Fuente Documental: Historias de las comunidades aledañas al oleoducto Velázquez-El Sauce, en el Magdalena Medio Santandereano.

Metodología: El profesor abandona la plataforma académica, se pone el overol y las botas, revisa las herramientas y sale con la gente a dar una vuelta. Después de la conversación se rompe el hielo, se crean confianzas y queda el ánimo necesario para el trabajo.



El primer relato que recuerdo es el de Don Ramón, pues nos supo resumir lo que había pasado por esos lares durante los últimos 30 años y precisamente la pregunta inicial para todos fue: ¿cómo era esto? Suficiente para tener muchísima información, para ir al origen de las cosas, para averiguar cuándo se nos empezó a llenar de basura.



¿Cuál es la importancia del pasado? Pues el presente.
¿Quiénes vinieron?, ¿qué hicieron?, ¿qué nos dejaron?
Y Con eso, ¿qué hacemos hoy?

En el caso de Puerto Zambito, corregimiento del municipio de Cimitarra, los relatos de Ramón Melo, presidente de la junta, nos sirvieron para saber varias cosas. “Esto fue un asentamiento de negros que cortaban leña para suministrarle a los barcos de vapor”. También se supo que el lugar del caserío no era el actual, que había además un campamento de extranjeros que trabajaban para la industria del petróleo y que hoy día no se producen alimentos como antes, ni siquiera el plátano, especialmente desde que el gobierno decidió aplicar glifosato”.

Como juglar, como mago del relato, Don Ramón nombró los animales que había, lo que se sembraba, lo que se comía, las pescas milagrosas de antes y un sinnúmero de anécdotas que nos sirven para extrañar un cierto paraíso perdido, pero también para iniciar el ensayo de un compost.

El compost de una historia es el inicio de un compost real. El cuento nos introduce en una universidad alegre, espontanea en la que cada momento trae su propia lección.





Partimos del caos, de lo que no sirve, de lo que está revuelto. Entonces primero separamos lo vivo de lo muerto. Empaques plásticos de unos y de otros, evidencias del paso de la sociedad industrial por los espacios naturales. Nos queda la materia orgánica que ahora iniciará sin problemas su proceso de descomposición.





Suficiente por ahora para compostarnos. Ya los datos han quedado frescos en la cabeza de niños, adultos y ancianos. Nos movemos de nuevo al caserío y los niños toman en sus manos las herramientas. Arrancamos diciendo: “Con esto nadie se va a enriquecer de dinero, pero va a tener comida limpia, salud y dignidad, suficiente riqueza en medio de la pobreza a la que nos condenamos cuando ya el dinero no sirve ni siquiera para tener salud”.





Se habla de las normas estrictas que empezarán a aplicarse para quienes contaminen, desde botar una basura en adelante. Nos viene entonces la vocación de la pedagogía para educar al niño hoy y no reprenderlo mañana.




Y así, en Puerto Zambito, como en las otras 15 comunidades en donde este proyecto se instaló, la invitación fue la del buen compostamiento, hoy desde el Magdalena Medio, mañana desde cualquier compost del mundo.

::: LECHUGAS PARA DAR Y CONVIDAR :::



Nosotros somos los de las lechuguitas. De puro corazón hemos trabajado con el suelo, mejorándolo, haciéndolo transitable y sembrándolo para traer hasta ustedes esta lechuga.

Desde Santa Bárbara en la Rayada, con una excelente calidad de agua son regadas estas hermosuras, así que por ese lado frescos, no son las que vienen regadas con aguas del río Bogotá.

Repetimos, cómasela fresco, porque tampoco se estará comiendo un veneno, pues para su producción se ha partido de un compost hecho en el mismo lugar de la siembra, insumos biológicos, elementos minerales y mucho amor. Está usted invitado a iniciar una nueva vida con el consumo de productos libres de agrotóxicos y una terapia sobre el mundo natural que nos permite comer con el gusto de un buen cuento, como el de la ranita que nos ayuda a controlar insectos plaga.

La invitación puede incluir participar de una siembra, iniciar el compost en un barrio, tomar las jardineras, los patios, la terrazas y cualquier pedacito de tierra que pueda ser aliado de la buena alimentación, además de quedar libre de basuras que afean y deterioran la calidad de los espacios.

Hemos hablado con Pablo Serrano, paisano santandereano de Zapatoca quien nos da lecciones de economía, iniciando con el concepto de sobreproducción relativa permanente, que consiste en descubrir que hay hambre por la abundancia de comida, que alguien no tiene casa porque hay muchas casas, que los problemas de transporte son porque hay muchos carros y todo eso nos hace tener una pésima calidad de vida.



Contrario a la idea de producir hectáreas de hortaliza cultivada con métodos contaminantes, nosotros nos sentimos al día de la oportunidad, proponiendo que cada quien haga algo, en su propio espacio, en la universidad, en la escuela, en el barrio, en su propia casa. Es por eso que hablamos del ensayo de un compost y decimos como invitación a la siembra “El que no arriesga un huevo no saca un repollo”.

Y Nabor Abello es precisamente una de esas personas que decidió arriesgar el huevo y ya nos puede compartir la experiencia y el producto.

500 lechugas semanales de las clases morada crespa, morada verde y Lisa Simpson.
Si usted está interesado en sentirse fresco como una lechuga, súmese al ensayo de un compost, denos sus datos de teléfono y correo, que podremos hablar de muchas cosas, desde conocer nuevas recetas, propiedades nutricionales, beneficios para la salud, hasta obtener sus propias hortalizas en casa.

::: LAS LECHUGAS DE PLANTARE:::



En el municipio de Santa Barbara, Vereda la Arrayada, finca el Cuzco en el Departamento de Santander Colombia, había un espacio desaprovechado en el invernadero de plantulación.

Nabor el dueño del espacio le dijo a Otto que aprovechara ese espacio, pues Otto tiene fama de terracero en el bajo mundo de los ingenieros agrónomos de Santander, así Nabor liberaba dos pájaros de un tiro (para no decir la antiecológica frase de matar a dos pájaros de un tiro), tenía una bonita huerta y de paso mostraba la calidad de sus productos.

El espacio era una tierra desperdiciada y aparentemente poquita, pero se sembró y son bastantes maticas, uno llega a la conclusión de que no se necesitan grandes extensiones de tierra si no máximo aprovechamiento del espacio.

Ademas del cultivo se está elaborando compost.

Como una imagen vale más que mil palabras los invitamos a que vean las fotos de la huerta.

::: LA HUERTA DE TECNOPARQUE:::



TecnoParque es un programa del SENA para la promoción del talento y la tecnología en el país, la sede de Bucaramanga está ubicada en el edificio de Neomundo 4° piso, allá se encuentra un miembro de compostándonos trabajando y como es obvio, debe haber una huerta donde se encuentre un compostero, la historia de la huerta es la siguiente:

Otto nos consiguió unas plántulas traídas del invernadero PLANTARE, entonces nos pusimos en la tarea de sembrarlas en unas jardineras que recién habían arreglado, pero como la gente es tan ignorante, nos hicieron quitar las plántulas que habíamos sembrado, entonces para salvarlas las pasamos a unos materos plásticos, Pacho y María nos ayudaron en la tarea del trasplante, eso si la tierra salió de la jardinera.

Las matas crecieron lo mas de bonito, las coles chinas crecieron harto, el perejil ni que decir, eso si nos invadieron las mosquitas blancas, las cuales Pacho pudo controlar con un extracto sacado de las hojas de un árbol llamado Neem mezclado con ají. Ésta huerta nos evocó ese campesino que aún tenemos por dentro y que nos llevó a sembrar más y aumentar la huerta, entonces, le pedimos más plántulas a Otto las cuales sembramos sin ningún permiso a lo farmer gerrillas como el los new yores, además de eso, María y Pacho llevaron plántulas para llevar a sus casas, la multiplicación de las huertas se está dando.

Ayer Otto llevo a la huerta de TecnoParque unos fertilizantes compuestos por sales ricas en nitrógeno, fósforo, potasio, azufre etre otros, que son permitidas en la agricultura límpia y fertilizamos las hortalizas.

Esperamos que la huerta sobreviva y no le hagan ningún atentado.

::: BIOINGENIERÍA APLICADA EN LA CORDILERA ORIENTAL SANTANDEREANA PARA EL MANEJO DE TALUDES Y PROBELMAS DE EROSIÓN:::

“La erosión es el desprendimiento, acarreo y deposición de sedimentos por la acción del agua o del viento. La recuperación de la erosión es fundamental en la reducción de costos de construcción, y evita daños al medio ambiente. (http://www.deflor.com.br/espanol/solucoes.html)

En municipios del área metropolitana de Bucaramanga se han desarrollado múltiples proyectos que no son una verdadera solución a los diversos problemas de erosión que se han convertido en uno de los problemas ambientales de mayor importancia para los barrios ubicados en las faldas, bordes de la meseta y en zonas de alta pendiente.

La Bioingeniería aplicada al control de la erosión es el uso y cultivo de diversas plantas con el doble propósito de conservar el suelo y protegerlo de la lluvia, el viento, la radiación solar y producir forrajes o plantas para la alimentación de animales y humanos; integrado a técnicas para disminuir la fuerza del agua de escorrentía por medio de terrazas en curvas a nivel retomando técnicas ancestrales desarrolladas desde épocas precolombinas.

El Ingeniero agrónomo Otto Hugo Ríos Garrido desarrolla la Bioingeniería aplicada a la conservación de suelos con demostraciones exitosas como las que se pueden observar en las siguientes imágenes.

1-FINCA VILLAJUANA MUNICIPIO DE FLORIDABLANCA:



2-FINCA EL CUZCO MUNICIPIO DE SANTA BÁRBARA:



3-CONDOMINIO CAMPESTRE GALICIA MUNICIPIO DE FLORIDABLANCA:



3-FINCA EL TOPACIO, VEREDA SAN LORENZO, MUNICIPIO DE LEBRIJA:

::: Un Tal Ud, Canero-libertario ::::



Qué tal si lo invitan a modelar.

Qué tal si le dicen, venga pa’ Canadá.

Ese es también el caso de un tal ud.

Por unos meses le tocó pasarla por allá, pero lo mejor de todo es que se amañó y por diferentes circunstancias le tocó salir.

Hasta el sol de hoy no ha podido volver.

Cárcel, compost, eras, lechuga, asado, amigos, guardias, reclusos, basura. En esto que es también escarpa, que son también los Andes, vino Un Tal Ud a dejar sus huellas. (¿No estará la cárcel Modelo en la lista de los barrios que corren el riesgo de desaparecer por erosión?).

Tenemos un cuaderno de registro, tenemos el gusto de encontrarnos por fuera con otras personas que por ese tiempo también la pasaban allá, ellos reclusos, Un Tal Ud, de entrada por salida, dándoles la libertad de sembrar, hacer ejercicio y obtener productos limpios, saludables, para mejorar su dieta canera.

Un caso digno de documentar y replicar, esta vez con más datos, con más fuerza. Aquella vez hicimos la prueba con un hombre que tenía subido el colesterol y triglicéridos y todo eso que se sube cuando no sabemos comer, vivir, ser y estar.

Entonces aquel hombre pasado de problemas, mejoró en el aspecto de la salud tomando agüita de confrey y además rebajó pena, rebajó peso, rebajó números y eso no lo decimos por decirlo, sino que se hicieron las pruebas del antes y el después.

Y el hombre que entró y salió sigue afuera, pero también sigue pensando en cómo volver, en cómo estar otra vez en la cárcel llevando libertad, en cómo no estar por ahí preso de la angustia por lo que le pasa al suelo, por lo que le pasa a Un Tal Ud.

Es por eso que una vez más invitamos a la empresa mayor, la de la tierra, en Bucaramanga Empresa de Todos, ayer en la cárcel, mañana, desde cualquier compost del mundo.

por: Javier

::: UNA FINCA PARA EL INGENIERO :::



Para subir esa nevera se necesitaba era un campesino de esos que se hicieron desde pequeñitos, burros de carga. Suben esas cuestas y uno por aquí de la ciudad se pregunta de inmediato ¿cómo harán?

De todos modos, entre Sergio, Camelo y Edwin se subió la nevera y allá está prestando el servicio que es. Poder llevar carne, tener agüita helada para cuando uno llega de esas pendientes tan arrechas que hay por allá o para todo lo que puede servir una nevera. Y todo por $ 90.000.

El caso es que estamos hablando de la finca de Camelo. Son tres socios los que compraron la finca y los que compraron la nevera pa la finca. Ellos, todos 3, dedicados al tema de la agricultura, especialmente como ejecutivos de ventas, para empresas que asesoran al campesino en la aplicación de insumos, sean estos fertilizantes o plaguicidas en general.

Ahora es donde lo viene lo bueno. Ellos, también todos tres, sueñan su tierrita, su paraíso, como todos los de acá, los de los Andes, los que todavía tuvimos padres o abuelos de esos del campo.

Entonces dijeron, somos 3, un solo sueño verdadero, pues compremos una finca, usted cuánto tiene, de a cuánto nos toca.

Y así fue:

Un cerro desde el cual mirar, una quebrada de aguas cristalinas, un rico ecosistema y tres, buscando su rincón del paraíso. He aquí los elementos del proyecto agroturístico, finca Veguitas, para el cual ha sido necesario esperar varios años y ahorrar algo de dinero.

Para Gamaliel Flórez Chacón y sus socios, que llevan la mayor parte de sus vidas haciendo recomendaciones sobre lo que más le conviene a los cultivos; tener sus propios cultivos, era desde hace tiempo un sueño, casi una obsesión.

Camelo como se le conoce entre sus amigos quería una finca de verdad, no una hacienda, pero tampoco una parcelita de ciudad. Después de dar muchas vueltas, se llegó al lugar que reunió las condiciones ideales. Desde Bucaramanga se gastan aproximadamente 2 horas pasando por el municipio de El Playón entrando por el ramal de Puerto Olaya, Vìa San Pedro de La Tigra.

La finca tiene aproximadamente 20 Hectáreas, de las cuales los socios escogieron aproximadamente 2 para desarrollar un cultivo de cítricos que en la zona encuentra condiciones ideales para su desarrollo.

Y ustedes, lectores de compostándonos se preguntarán, en dónde es que aparece Un Tal Ud.

Tranquilos que ahí vengo. Con los pinceles y el caballete.

Objetivo general: Fortalecer el proyecto de mi amigo Camelo y sus socios, dando pautas de conservación de suelos para este ecosistema andino y en este caso del cultivo de cítricos construyendo senderos y haciendo plateos a cada uno de los árboles. Limón criollo y limón Tahití.

La topografía es bastante inclinada, lo cual de nuevo nos hace pensar en esa identidad continental llamada “El Gran Sistema Andino”.

Se trabajó en la construcción de un estanque en la parte alta, desde donde se deriva el sistema de riego por goteo para cada uno de los árboles.

El beneficio más notorio del trabajo de senderos en este cultivo, es que las labores agronómicas alrededor de los árboles se hacen fáciles, cómodas, es decir, hacen parte de la prevención de riesgos profesionales del operario agrícola.

El Playón, sitio de encuentro para una zona de producción agrícola. Recientemente se proyecta como zona agroturística, debido a su riqueza hídrica y paisajística.
Hoy desde Veguitas, mañana desde cualquier Compost del mundo.

Por: Javier

::: Se llama Cuzco y queda en La Rayada :::



Pertenece al municipio de Santa Bárbara. Estamos hablando entonces del Cuzco Santandereano. Que mejor estímulo para un terracero de pura cepa, que vive marcando “Las Huellas de Un Tal Ud”

2.200 msnm. Condiciones ideales y oferta de agua suficiente para la producción de plántulas de hortaliza y aromáticas, especialmente tomate y pimentón, que son renglones importantes de la agricultura en Santander y Norte de Santander.
La empresa se llama Crezkol, una iniciativa que apareció en el año 2.006, para suplir la demanda de estas plántulas que hasta ahora venían siendo suministradas desde Bogotá.

El empresario, líder y gestor de esta propuesta se llama Nabor, un valluno que pisó tierra santandereana.

Pero vamos a lo que vinimos. Después de 4 años de inicio, impulso, lucha… se tenía un área aproximada de 2.500 mt2., de los cuales el invernadero sólo ocupa 1.000. Entonces la pregunta obligada para un empresario es ¿y el resto qué?

Ahí es cuando aparece Un Tal Ud y como siempre la oportunidad de hacer crecer la campaña de conservación de Suelos en nuestro Gran Sistema Andino.

Después de mirar y conversar, se decidió organizar un policultivo de hortalizas y aromáticas, paralelo al invernadero, que entregue una producción significativa, pero que además mejore la estética del lugar y les ofrezca a los clientes una buena demostración de los productos ofrecidos, durante todo su ciclo vegetativo, desde el transplante hasta la cosecha.

Un valor importante de esta propuesta consiste en la compañía de colegas, la retroalimentación de ideas y la experiencia misma, que necesariamente se gana cuando se trata de sembrar y cosechar.

¿Qué se ha hecho?

Se tomó el lunes como día de trabajo para la huerta. Van 10 visitas y los pasos que se han seguido son el trazado con el caballete en curvas a nivel, marcación con estacas, construcción de la terraza con sus calles, transplante y siembra directa de hortalizas.

La importancia de estar cerca de un invernadero es que tenemos a la mano material de excelente calidad, es decir, que se empieza bien en un proceso que requiere total atención de comienzo a fin.

El riego diario es fundamental para cualquier cultivo, cosa que en este caso ha sido asumida con mucha eficiencia por Omar, operario del invernadero.

A estas alturas de la propuesta nos anima mucho volver a decir “Ensayo de un Compost”, pensando en que este nuevo ejemplo nos multiplique más suelos conservados, productivos y bellos, nuevos “Cuzcos”, hoy en Santander, mañana desde cualquier compost del mundo.

Por: Javier

::: A 1500 METROS DE ALTURA SOBRE EL NIVEL DEL MAR, VILLA JUANA :::



Se llama Villa Juana y sus propietarios Pedro y Celmira.

Llevaban años pensando en un lugar adecuado para una vida saludable. Es una cosa que se habla entre amigos. Es el viejo sueño del paraíso. Aves, aire fresco, insectos de todas las formas y colores, arbustos, árboles y en especial la tierrita para moldearla, sembrarla y recibir de ella sus beneficios.

Para llegar uno se mete por el kilómetro 14, vía Plamplona, frente a Cenicafé. La carretera entra hasta la casa y por ahí mismo se sale a Floridablanca, La Florida de acá.

Por invitación de Guillermo León, amigo de Pedro y Celmira, nos encontramos un domingo para mirar el lugar. Ellos estaban en vísperas de cerrar el negocio y querían tener ideas, percepciones, de las cosas que se pueden hacer allí.

Yo, como ingeniero Agrónomo dedicado al tema de Conservación de Suelos, veo en este punto de la Cordillera Oriental de los Andes Colombianos, una nueva oportunidad para demostrar la continuidad de Machu pichu, o las terrazas Taironas, por decirlo en palabras rimbombantes y de referencia universal, pero de lo que hablamos es de un viejo descubrimiento que muchas culturas asumieron para poder sostenerse bien parados en suelos de pendiente.

La parcela mide 5.000 m2. Aquí las medidas se pierden entre la pendiente. Enseguida se toma el caballete, se marcan los puntos en curvas a nivel, se hacen las terrazas y las calles, por donde caminaremos frente a los Andes y obtendremos alimentos. ¿Es ese el paraíso que sueñan Pedro y Celmira?
Dijimos terrazas, dijimos producción de alimentos, entonces decimos “El Ensayo de Un Compost”. Esa es nuestra recomendación.

Con estos y otros criterios, Pedro y Celmira, que llevan toda su vida trabajando en el área de la Salud, compraron su Villa Juana, por cosas de vivir mejor, de tener salud. Y a mí, me contrataron para las terrazas y el compost.

La casa es un atractivo importante, porque fue construida en tapia pisada, con teja de barro y se conserva en buenas condiciones, como para ponerle el toque personal y vivir de lujo.

Para seguirnos llenando de ideas y hacer buena vecindad, visitamos a Pedro María y Melzar, funcionarios de Cenicafé, cuya sede, como ya mencionamos se encuentra a unos metros de Villa Juana. Salimos animados, contentos. Ellos hablaron de alianzas, de llevar a la gente a probar el mejor café del mundo, de hacer recorridos ecológicos, de llevar los visitantes de Villa Juana a Cenicafé y viceversa. Esta es la prospectiva agroturística. Es ahí en donde imaginamos que pude crecer el proyecto de conservación de suelos, es ahí en donde vemos el paraíso andino.

Van 17 días trabajados. ¿Qué se ha hecho?

Jhovani y Viky son indígenas del Cauca, que por invitación de Pedro y Celmira han estado presentes durante todo el proceso de compostamiento y terraceo, desempeñándose con eficacia en diferentes roles, desde recolección de material vegetal, separación y clasificación de residuos plásticos e industriales, hasta el trazado y elaboración de las terrazas.

Debajo de un antiguo galpón se montó la primera pila de compost, recuperando un espacio que ya era usado para la disposición de algunos desechos orgánicos, a punto ya, de convertirse en compost. Después de extraerle las basuras se le adicionaron algunos elementos, como bovinaza, caprinaza, roca fosfórica, cal dolomítica y melaza. Todo esto recibió suficiente cantidad de agua y volteo a pala, con el propósito de activar los procesos aeróbicos, anaeróbicos y darle condiciones a los microorganismos que completarán la descomposición.

Con el compost a punto y el trazado en curvas a nivel procedimos a moldear las terrazas. El resto ya es pan comido, como “el rábano”, que ya fue cosechado, al lado de una variedad de hortalizas de clima frío, que ya hacen parte del calendario de siembras de Villa Juana.

También se estableció el ciclo permanente para la recolección de residuos orgánicos, con separación de basuras en la fuente y un adecuado compostamiento.
Y hasta ahí dejamos por ahora la historia de este paraíso Andino, hoy desde Villa Juana, mañana desde cualquier compost del mundo.

::: ERGONOMÍA EN LA HUERTA, EXPERIENCIA DE TRABAJO EN LA FINCA EL TOPACIO, VEREDA SAN LORENZO, LEBRIJA, SANTANDER, COLOMBIA, LATINOAMERICA, PLANETA TI



Cuantas veces no se ha escuchado que alguien se pegó un totazo bajando por su huerta, sobre todo en las agrestes montañas santandereanas y todo es por falta de aplicación de ingeniería y del sentido común, de ver lo que hacían nuestros ancestros de su forma de hacer terrazas con hermosas graderías.

Javier, dueño de la finca toma la decisión de arreglar los accesos de su huerto de guayaba y al ariete debido a que en más de una ocasión se ha resbalado y caído al suelo sin consecuencias graves por ahora, entonces, llamó a Otto para que le echara ingeniería al cuento y hacer todo el trabajo de adaptar caminos para un mejor acceso, la ergonomía del huerto que llaman.

Se hizo una serie de curvas a nivel se recolectaron varios materiales que estaban regados por todas partes de la finca como palos, troncos, piedras, etc., con ellos se hizo la gradería, se reforzaron los caminos o senderos y se hizo como quien dice se le buscó la comba al palo y se un ensamble casi artístico con esos materiales.
Con todo los residuos orgánicos de la poda, y otra materia orgánica que salió del barrido de hojas, se decidió hacer un taller de compostaje para aprovechar el desorden , Javier compró insumos como cal dolomítica, roca fosfórica, melaza y gallinaza que se consigue en las fincas de al lado por ser zona avícola para hacer un compost de excelente calidad.

Mucha vacanería andar por esos senderos, ya varias veces nos hemos caído, hasta un día casi me troncho una pata dijo uno de los empleados de la finca, Javier podrá ahora caminar con toda seguridad por su finca.

Un dato curioso es que en ésta finca utilizan un dispositivo llamado ariete para subir el agua hasta la parte alta de la finca, lo chévere del aparato es que no utiliza combustible fósil ni energía eléctrica para su funcionamiento, el aparato funciona con el aprovechamiento de pequeñas caídas de agua.

::: CAPACITACIÓN EN HUERTAS ESCOLARES URBANAS :::

Por cosas de la vida un ingeniero agrónomo que trabaja para la secretaría de salud decidió desarrollar un cuento de agricultura urbana para el mejoramiento de la calidad de vida y nutrición de los niños de escuelas de barrios populares de Bucaramanga y su área metropolitana, entonces recurrió a Otto para que le brindara asesoría técnica con esos talleres; eso fue más o menos para mediados del primer semestre del 2009.



Se tomaron lugares para hacer las huertas en sitios que hacía mucho tiempo no se habían utilizado, como cosa rara los sitios donde hubo huertas siempre se convierten en tiraderos de basura plástica, zapatos viejos y de todito, entonces se procedió a recoger toda esa basura y a desyerbar, desyerbe se utilizó para armar la primera pila de compost.

Luego se procedió con lo típico de siempre con las huertas urbanas: construcción de eras, arreglo de las calles para la facilidad del tránsito, encalado, incorporación de compost, transplante y siembra directa.

Todos los niños estaban engomados con el cuento de la agricultura, camellaron, cogieron las herramientas, jugaron, rieron, sembraron y quedaron con muchas expectativas de su trabajo. El camello de Otto llegó hasta la parte de la siembra, sabemos que se lograron cosechar los productos.