::: KUSSY HUAYRA, LA COSECHA :::




Estamos recontentos porque se ven los resultados de tanta pica, pala y deshierbe, después de casi dos meses los primeros frutos de la huerta son cosechados.

La tarea de la cosecha fue muy sencilla, simplemente necesitamos de manos y un cuchillo, manos para poder arrancar los rábanos y lechugas y un cuchillo para quitarle las hojas a las acelgas y las coles chinas. Un grupo de niños muy acomedidos ayudaron a la tarea de la cosecha entre gritos, alegría, algarabía y manos sucias de tierra, tal vez ellos nunca habían tenido la oportunidad como la gran mayoría de los niños citadinos de cosechar comida, ya tenían una conversación que compartir con sus compañeritos de escuela.

Las huertas urbanas son buenas para los niños porque les permite ser más observadores del mundo, saber cómo funciona la naturaleza, pues muchos niños de ciudad piensan que la comida nace en el supermercado y el agua en las paredes de las casas.

Por desgracia no cuantificamos la cantidad de comida cosechada, solo sabemos que los rábanos estaban grandes igual que las lechugas, coles chinas y acelgas; esto nos sirve de experiencia para en la próxima siembre llevar una tabla de datos.

Aprovechando la cosecha, se trajeron unos tomates de la huerta de milena para mezclarlos con los productos cosechados. Edith se puso manos en la olla y preparo una deliciosa ensalada la cual será publicada algún día.

Comimos todos y quedamos satisfechos del sabor, de saber que no habíamos consumido ningún producto agrotóxico, de saber que es posible sembrar en las ciudades.

Con las pilas de nuestro organismo cargadas, volteamos el compost esa tarde, agregándole algunos nutrientes al compost.

Poco a poco vamos dándole forme a esta ensayo para que se convierta en una real opción económica, de salud y vida.

::: El desparche y un informe de la huerta de Kussi Huaira:::




Un buen parche siempre será aquel en el que uno se sienta a gusto y a donde, de paso, ud. haga cosas productivas.
Un buen parche, es irse de huerta, al agrogym, compartir un almuercito y tomarse unas politas al final.
voltear el compost y luego llegó a ayudarlo otro “convocado”; al compost se le agregaron ese día: sulfato de cobre, sulfato de zinc, bórax, manganeso, melaza y un yogur.

Almorzamos una ensaladita de muchas hortalizas y espinacas

1. UN DESPARCHE PASADO HACE LARGO TIEMPO…

Hace unos días, (bastante lejanos ya), estuvimos en Kussi Huaira, Compostándonos. Primero llegamos a terminar de desyerbar las eras, en una tarea que ya llevaba varios días realizándose. En todo caso, lo primero que hicimos, fue regar las eras a fin de ablandar un poco la tierra, ya que la maleza tiene una raíz profunda y súper resistente. Luego fueron llegando los demás y seguimos desyerbando. Mientras tanto, se le ocurrió a Edison voltear el compost y así fue, “don Uriel” se puso a aderezada con pepinitos dulces.

Días después, una mañana con mucho sol, en el que las tareas comenzaron tarde debido a su abrasadora presencia. En la mañana solo se trabajó media hora después de empezar a voltear el compost; cuando llegaron Iwa y Milena; lo pensamos mejor… y lo dejamos para más tarde, cuando no diera sol sobre la zona de la huerta.

Hicimos almuerzo, una ensalada con coles chinas de la huerta de Milena y otras hortalizas que se consiguieron en la plaza de mercado de Piedecuesta, con pedacitos de aguacate.

La niña Iwa, ese día como siempre se movió por todos lados, dibujó, comió tréboles, con lo cual contribuyó desyerbando algunas zonas de la huerta.

Luego del almuerzo a voltear el compost; en la mañana, como ya se dijo no se avanzó mucho por el sol, luego el trabajo intenso estaba por comenzar, agrogym, ese día estaba particularmente húmedo lo que hacía que se compactara con facilidad, lo que a su vez significa, mayor trabajo para moverlo y voltearlo. Nos turnamos con para hacerle al compost y estar pendientes de Iwa que ese día andaba mas despierta que de costumbre. Yá se encuentra bastante avanzado el proceso, en gran parte debido a las condiciones ambientales del lugar donde se encuentra la pila de compost, el clima cálido de Piedecuesta.

Cuando bajó el sol, Milena regó la huerta, con dos propósitos, el de hidratar las plantas y el de dar una desyerbada de rapidez.
Pero, hay que reconocer que no le agregamos ningún elemento al compost y que una lluvia espantabobos nos corrió antes de terminara voltear la pila por completo y pues tampoco se desyerbó.

Finalizamos en ese punto la labor del día en la huerta; Milena cuadró detalles con unas señoras a las que les va a dictar un taller en la escuela.

Salimos obvio, con la seca a tomarnos la pola de fin de la jornada, a tomar el bus también y otra pola.

::: LA HUERTA DE MILENA, LA EVOLUCIÓN:::




Hemos tenido éxito con la huerta de Milena, las matas han crecido bien bonitas, saludables y con buen sabor u con exquisitas cualidades organolépticas como dirían los expertos.

A las coles chinas se las han comido los insectos dejándoles pequeños orificios a las hojas más externas, las del centro se conservan intactas y hasta se ha arrepollado a pesar de que el clima en el que están sembradas no es el ideal; en cuanto a las lechugas, por un pequeño error conceptual se dejaron pasar del punto, pues Milena no contaba con el tiempo que se demoraron las plantas en el proceso de plantulación, por lo tanto, las lechugas tenían un pequeño sabor amargo pero tampoco tan pronunciado; las acelgas han crecido muy bien, se le han extraído las hojas más externas para el consumo, el objetivo es no arrancar la planta por completo para tener una cosecha continua durante más tiempo; el cilantro también se dejó pasar un poco, pero la ventaja es que han servido para semilla. En cuanto a los repollos corazón de buey ahí van creciendo igual que las coles moradas, en cuanto a los calabacines, están atrasados y no dan muy bien.

Algo interesante de apreciar es que las plantas que quedan de bajo de la platanera no crecen también como las que no; a propósito de la platanera que realmente es una bananera, tiene un bello racimito que esperamos pronto se maduren para poder comérnoslos.

En cuanto a los tomates se les ha sacado todo el provecho y nos hemos dado cuenta de que pegan muy bien en esta huerta a pesar de que Otto le carga la mala a los tomates por su gran tendencia a las enfermedades.

La huerta también ha sido exitosa en cuanto a la difusión de la idea, pues la gente que pasa por el frente le ha preguntado por las plantas y hasta hay apartadas matas, de poco a poco se han vendido acelgas, lechugas, coles chinas a las señoras del barrio, además, preguntan que si hacemos talleres de agricultura, que si vendemos plántulas, que si es una casa normal o no, etc. Pero el éxito no solo es externo, también al interior de los integrantes de compostandonos, ya se pegaron más personas, Edith se motivó a escribir una sección de cocina con algunos productos que se cultivan en las huertas y hasta hemos hecho cuentas alegres de cuanto dinero nos podemos ganar por metro cuadrado. Pero las ganancias no son el dinero aunque si llega pues chévere; las ganancias están en la satisfacción de comer saludablemente, saber que esos productos no tienen una pizca de veneno y que han sido regados todos los días con cariño con la curiosidad de un niño de ver como crecen día a día y hacer parte de los creadores de vida.