::: LA HUERTA DE MILENA, LA EVOLUCIÓN:::




Hemos tenido éxito con la huerta de Milena, las matas han crecido bien bonitas, saludables y con buen sabor u con exquisitas cualidades organolépticas como dirían los expertos.

A las coles chinas se las han comido los insectos dejándoles pequeños orificios a las hojas más externas, las del centro se conservan intactas y hasta se ha arrepollado a pesar de que el clima en el que están sembradas no es el ideal; en cuanto a las lechugas, por un pequeño error conceptual se dejaron pasar del punto, pues Milena no contaba con el tiempo que se demoraron las plantas en el proceso de plantulación, por lo tanto, las lechugas tenían un pequeño sabor amargo pero tampoco tan pronunciado; las acelgas han crecido muy bien, se le han extraído las hojas más externas para el consumo, el objetivo es no arrancar la planta por completo para tener una cosecha continua durante más tiempo; el cilantro también se dejó pasar un poco, pero la ventaja es que han servido para semilla. En cuanto a los repollos corazón de buey ahí van creciendo igual que las coles moradas, en cuanto a los calabacines, están atrasados y no dan muy bien.

Algo interesante de apreciar es que las plantas que quedan de bajo de la platanera no crecen también como las que no; a propósito de la platanera que realmente es una bananera, tiene un bello racimito que esperamos pronto se maduren para poder comérnoslos.

En cuanto a los tomates se les ha sacado todo el provecho y nos hemos dado cuenta de que pegan muy bien en esta huerta a pesar de que Otto le carga la mala a los tomates por su gran tendencia a las enfermedades.

La huerta también ha sido exitosa en cuanto a la difusión de la idea, pues la gente que pasa por el frente le ha preguntado por las plantas y hasta hay apartadas matas, de poco a poco se han vendido acelgas, lechugas, coles chinas a las señoras del barrio, además, preguntan que si hacemos talleres de agricultura, que si vendemos plántulas, que si es una casa normal o no, etc. Pero el éxito no solo es externo, también al interior de los integrantes de compostandonos, ya se pegaron más personas, Edith se motivó a escribir una sección de cocina con algunos productos que se cultivan en las huertas y hasta hemos hecho cuentas alegres de cuanto dinero nos podemos ganar por metro cuadrado. Pero las ganancias no son el dinero aunque si llega pues chévere; las ganancias están en la satisfacción de comer saludablemente, saber que esos productos no tienen una pizca de veneno y que han sido regados todos los días con cariño con la curiosidad de un niño de ver como crecen día a día y hacer parte de los creadores de vida.

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