::: A 1500 METROS DE ALTURA SOBRE EL NIVEL DEL MAR, VILLA JUANA :::



Se llama Villa Juana y sus propietarios Pedro y Celmira.

Llevaban años pensando en un lugar adecuado para una vida saludable. Es una cosa que se habla entre amigos. Es el viejo sueño del paraíso. Aves, aire fresco, insectos de todas las formas y colores, arbustos, árboles y en especial la tierrita para moldearla, sembrarla y recibir de ella sus beneficios.

Para llegar uno se mete por el kilómetro 14, vía Plamplona, frente a Cenicafé. La carretera entra hasta la casa y por ahí mismo se sale a Floridablanca, La Florida de acá.

Por invitación de Guillermo León, amigo de Pedro y Celmira, nos encontramos un domingo para mirar el lugar. Ellos estaban en vísperas de cerrar el negocio y querían tener ideas, percepciones, de las cosas que se pueden hacer allí.

Yo, como ingeniero Agrónomo dedicado al tema de Conservación de Suelos, veo en este punto de la Cordillera Oriental de los Andes Colombianos, una nueva oportunidad para demostrar la continuidad de Machu pichu, o las terrazas Taironas, por decirlo en palabras rimbombantes y de referencia universal, pero de lo que hablamos es de un viejo descubrimiento que muchas culturas asumieron para poder sostenerse bien parados en suelos de pendiente.

La parcela mide 5.000 m2. Aquí las medidas se pierden entre la pendiente. Enseguida se toma el caballete, se marcan los puntos en curvas a nivel, se hacen las terrazas y las calles, por donde caminaremos frente a los Andes y obtendremos alimentos. ¿Es ese el paraíso que sueñan Pedro y Celmira?
Dijimos terrazas, dijimos producción de alimentos, entonces decimos “El Ensayo de Un Compost”. Esa es nuestra recomendación.

Con estos y otros criterios, Pedro y Celmira, que llevan toda su vida trabajando en el área de la Salud, compraron su Villa Juana, por cosas de vivir mejor, de tener salud. Y a mí, me contrataron para las terrazas y el compost.

La casa es un atractivo importante, porque fue construida en tapia pisada, con teja de barro y se conserva en buenas condiciones, como para ponerle el toque personal y vivir de lujo.

Para seguirnos llenando de ideas y hacer buena vecindad, visitamos a Pedro María y Melzar, funcionarios de Cenicafé, cuya sede, como ya mencionamos se encuentra a unos metros de Villa Juana. Salimos animados, contentos. Ellos hablaron de alianzas, de llevar a la gente a probar el mejor café del mundo, de hacer recorridos ecológicos, de llevar los visitantes de Villa Juana a Cenicafé y viceversa. Esta es la prospectiva agroturística. Es ahí en donde imaginamos que pude crecer el proyecto de conservación de suelos, es ahí en donde vemos el paraíso andino.

Van 17 días trabajados. ¿Qué se ha hecho?

Jhovani y Viky son indígenas del Cauca, que por invitación de Pedro y Celmira han estado presentes durante todo el proceso de compostamiento y terraceo, desempeñándose con eficacia en diferentes roles, desde recolección de material vegetal, separación y clasificación de residuos plásticos e industriales, hasta el trazado y elaboración de las terrazas.

Debajo de un antiguo galpón se montó la primera pila de compost, recuperando un espacio que ya era usado para la disposición de algunos desechos orgánicos, a punto ya, de convertirse en compost. Después de extraerle las basuras se le adicionaron algunos elementos, como bovinaza, caprinaza, roca fosfórica, cal dolomítica y melaza. Todo esto recibió suficiente cantidad de agua y volteo a pala, con el propósito de activar los procesos aeróbicos, anaeróbicos y darle condiciones a los microorganismos que completarán la descomposición.

Con el compost a punto y el trazado en curvas a nivel procedimos a moldear las terrazas. El resto ya es pan comido, como “el rábano”, que ya fue cosechado, al lado de una variedad de hortalizas de clima frío, que ya hacen parte del calendario de siembras de Villa Juana.

También se estableció el ciclo permanente para la recolección de residuos orgánicos, con separación de basuras en la fuente y un adecuado compostamiento.
Y hasta ahí dejamos por ahora la historia de este paraíso Andino, hoy desde Villa Juana, mañana desde cualquier compost del mundo.

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