La rebelión de las ratas...de laboratorio. Todo por un maíz.

Por: Comelón de maíz ...pero criollo!

He tenido esos 10 granos de maíz en el bolsillo de mi pantalón hace más de un mes. Estamos en Julio.

Todo empezó cuando en un parque del barrio me encontré a un auténtico YUMKAX, dios azteca de la agricultura, protector del maíz a lo criollo ¡dígame!
Hola, don Rodolfo! Hace tiempo no le veía, pensé que seguía sembrando por allá en una finquita que tienen con la familia. Para mí es una especie de divinidad pues aparte de que vende la masa de maíz pelao buena y barata, todavía a $ 400, parecida a la que en casa me enseñaron a comer (yo nunca me puse bravo por eso, desde luego), don Rodolfo ha levantado una familia trabajando con éste delicioso producto y casi sin manos, el brazo derecho es un muñón al que le falta la mitad y su mano izquierda apenas tiene un par de dedos.

Él fue el que me contó que el maíz amarillo criollo estaba a más del doble del importado...”uno que venía de Canadá, me parece”, dijo Yumkax."Ahora
todo mundo está trabajando ese maíz".

De una me fui metiendo en una bodega grande del centro, al pie de Quebrada seca con carrera 17. Hay un montonón de sacos de maíz arrumados pero la marca del saco es de otra vaina, ahí no dice que sea maíz y menos de dónde viene. Así que me tocó de detective, más o menos.

Es maíz de EE UU, viene en containers y aquí es ensacado y distribuido...es gracias a eso que todavía don Rodolfo no le ha tenido que subir a la masa que vende.
"Es transgénico", me dijo un Ingeniero agrónomo especialista en agricultura orgánica. Él sabe que EE UU es el primer productor mundial de maíz transgénico.
Viene sin etiqueta, pero eso sí...bien presentao!

Desde entonces recogí unas semillas del suelo de aquella bodega y me las metí al bolsillo para mostrarlas y preguntar a mis paisanos y paisanas qué tal les está sabiendo, de sabor y de saber, la arepa de maíz transgénico, que nos venden como maíz calentano en el mercado -ojo. Un maíz que Francia vetó definitivamente hace unos dos meses, por serias dudas sobre la inocuidad de éste tipo de alimentos modificados genéticamente.

De ratas o seres marginales o excluidos, ahora por obra y gracia de la globalización del hambre, nos convirtieron en ratas de laboratorio… y sin sueldo!
¿Cómo se siente usted señor consumidor...señora?

No fui capaz de decirle a don Rodolfo toda la verdad de lo poco que sé, pero creo que su divinidad me ha irradiado.

Todavía escribo aunque mis uñas se llenen de tierra...de mugre, como decimos en Bucaramanga. Pero sabemos que toda tierra debería ser lo más sagrado, que es ya lo más maravilloso.

Atentamente,
Comelón de maíz ...pero criollo!
2.008

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