DE SANTA BARBARA PARA EL SOLAR



Era una cosecha fresca de lechuga. Eran estudiantes afanados de la nota, pero les dijimos frescos, les dimos lechuga y quedaron pendientes “de la otra nota”, de la nota del compost para producir lechuga, rábano, repollo y otras.

“El que no arriesga un huevo no saca un repollo”, fue de nuevo la invitación, en esta ocasión con los niños y niñas de La escuela Las Rositas, sede del colegio Nieves Cortés Picón ubicado en el municipio de Girón, que venían al Solar, bajo la guía del profesor Mauricio Martínez.

Nosotros, compostándonos, invitados por él, complementamos la actividad académica, que consistió para los estudiantes en observar una exposición fotográfica de experiencias agroecológicas y dar un concepto, una opinión. El profe, lista en mano, evaluaba, la profe observaba, apoyaba.

Nosotros, como ya dijimos, estábamos en plan de compostar, de complementar. Entonces, mientras llegaba la hora de la nota, tuvimos el placer de bajarle la nota al asunto, diciendo: es sencillo, es en patios, terrazas y jardines, es en parques, es en El Solar.

Cada cabeza, cada oído, cada mundo ahí. Cada idea, cada impresión, ahí en el Solar. Y luego de dar, recibir. Se habla al grupo, habla el grupo. Así los comentarios y las fotos y las empatías y de nuevo con mucho gusto las lechugas para dar y convidar, hoy con Alfredo Ortiz Rodríguez, mañana desde cualquier Solar del mundo.